//Sentir la Organización

Sentir la Organización

No pocas veces escuchamos eso de “retener el talento”. Y sin entrar en lo acertado o no de la expresión (que a mí me suena fatal, por cierto), siempre me ha gustado comparar una relación laboral con una relación de pareja (aquí eso de “retener” ya no suena tan bien, ¿verdad?)

Yéndonos a la pareja, ¿qué es lo que conduce a la ruptura de la relación? Razones infinitas, por supuesto. Pero imaginemos, por ejemplo, una situación en la que nosotros estamos bien con nuestra pareja (o no dedicamos demasiado tiempo a pensar en ello), pero un buen día la otra persona se planta frente a nosotros para decirnos que se ha terminado (el abismo frente a nuestros pies).  

Si en ese momento echásemos la vista atrás es muy probable que nos diésemos cuenta de que eso que acaba de suceder es producto de pequeñas acciones del día a día que se han ido dando. No es causa de una sola cosa (normalmente), sino fruto de descuidar y “abandonar” la relación día a día.

En ese momento podríamos preguntarnos, ¿qué hemos hecho con ese espacio de confianza y unión que hubo en su día? ¿Cuáles han sido las dinámicas comunicativas y relacionales que han provocado que pudiésemos llegar hasta aquí? Sencillamente hablamos de respeto, de tiempo dedicado, de escucha, de momentos compartidos…

Este tipo de situaciones se dan porque al menos uno de los dos ha dejado de sentir (y por supuesto, ha decidido responsabilizarse de ello y actuar en consecuencia). Y esta es la palabra clave en las relaciones humanas (da igual del tipo que sean ya que siempre serán entre personas): SENTIR. Este es el pegamento de cualquier relación sana y saludable y el requisito indispensable para que pueda crecer y florecer.

¿Podría haber otras razones para sostener la relación? Muchísimas en realidad, pero entonces ya no hablaríamos de “sentir”, hablaríamos de “aguantar”. El problema es que los que aguantan no se sienten bien (en la pareja o en la empresa) y serán los que se vayan primero en cuanto puedan por múltiples razones: se “enamoran” de otros (en la pareja sería sin comillas, obviamente), porque otros cubren mejor sus necesidades más allá del “amor”, porque tanto aguantar ya empieza a pasar factura física y mental y ya no compensa… y en no pocos casos porque de tanto aguantar se rompen.

“Sentir” es la tecla que debemos activar. ¿Fácil? En absoluto. Pero pienso que tomar consciencia de ello ya es un primer paso. A partir de ahí tal vez podamos comenzar por algo básico y de sentido común: cuidar las relaciones (sí, eso que no cuesta nada y cuya importancia no se puede medir) Porque una relación laboral es simple y llanamente una relación entre personas y eso es lo que debemos nutrir y cuidar cada día.

Por supuesto atendamos aspectos básicos de la relación como las condiciones laborales, la retribución, la conciliación, etc. Porque la base de toda relación está en el respeto mutuo. Esa será la base sobre la que vayamos a construir. Pero hagámoslo escuchando y atendiendo las necesidades reales de las personas que trabajan con nosotros.

Fomentemos una cultura basada en el cuidado de las personas, en el cuidado de las relaciones. Una cultura que a mí como parte integrante de esta organización me lleve a preguntarme: ¿cómo cuido de este espacio común del que formo parte? ¿Cómo cuido de mis compañeros, clientes, proveedores, etc.? Te cuidaré si te respeto, si me responsabilizo de mis emociones y de mi actitud hacia ti, si me preocupo por ti y por el bien de todos tanto o más que por mí mismo. 

¿Podríamos elevar el cuidado de las personas al primer objetivo estratégico de la compañía o directamente convertirlo en su propósito? El que siga pensando eso de “yo te pago para que hagas lo que tienes que hacer y punto” o “aquí no venimos a escuchar a nadie, aquí venimos a trabajar” es que todavía no sabe de qué va esto de trabajar con personas. Sí, con personas que “sienten” o “no sienten”. Esos que así lo ven tal vez se sigan preguntado “¿Por qué se va la gente? Tenemos que crear una estrategia de retención del talento urgentemente”. 

Cuidemos de verdad de las personas y fomentemos relaciones horizontales, trasparentes y saludables. El impacto en los resultados será extraordinario. 

 

Y tú, ¿quieres transformar las relaciones de tu organización y desarrollar una cultura organizativa basada en el cuidado de las personas? Ponte en contacto con nosotros y te contaremos cómo podemos hacerlo.

 

Manuel Darriba – Cofundador de Koesencia 

Por |2022-05-13T11:39:50+00:00mayo 13th, 2022|Categorías: Mindfulness|0 Comentarios

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